Es un día cualquiera de un mes cualquiera, no creo que importe demasiado, porque todos son igual de importantes, todos definen momentos de la misma vida.
La vida… qué larga, qué corta es la vida… infinita… ¿quién ha dicho que tiene fin?
Se me ocurre pensar en aquellos que nadie ve más que en fotografías, cuyo nombre aparece en el recuerdo amado de algunas personas, en la lápida de algún cementerio, y que, sin embargo, aunque se hayan ido, nunca se irán, porque lo bueno, los buenos, nunca se van, siempre se quedan. Y se quedan en el lugar donde se guardan los mayores tesoros, en el corazón, ése que no tiene memoria racional, y por eso nunca olvida, no puede, ¿cómo hacerlo?
Imposible olvidar si el corazón ya no es el que era al nacer, si a lo largo de la vida se van repartiendo pedacitos por el mundo, compartiendo el mismo corazón con aquellos que se cruzan en el camino; bonito intercambio, ¿verdad?
Repartir el corazón entre los seres amados, y entregar a cada uno un trocito diferente, de un tamaño diverso, de un color distinto, en función del tipo de amor, de las experiencias vividas, de los recuerdos conservados, pero siempre amor…
Y al final, el corazón se convierte en una amalgama colorida de cariño, donde amistades, hermandades, pasiones,… ocupan su lugar. Al final el corazón conserva pedazos de otros corazones, de otros cariños, a sabiendas de que sus pedazos también están repartidos por ahí, y por eso, donde hay un corazón que ama, nunca hay olvido, jamás.
Va por ti Beni, nunca te olvidaremos.
Tus sobrinos Jose y Virginia.
La vida… qué larga, qué corta es la vida… infinita… ¿quién ha dicho que tiene fin?
Se me ocurre pensar en aquellos que nadie ve más que en fotografías, cuyo nombre aparece en el recuerdo amado de algunas personas, en la lápida de algún cementerio, y que, sin embargo, aunque se hayan ido, nunca se irán, porque lo bueno, los buenos, nunca se van, siempre se quedan. Y se quedan en el lugar donde se guardan los mayores tesoros, en el corazón, ése que no tiene memoria racional, y por eso nunca olvida, no puede, ¿cómo hacerlo?
Imposible olvidar si el corazón ya no es el que era al nacer, si a lo largo de la vida se van repartiendo pedacitos por el mundo, compartiendo el mismo corazón con aquellos que se cruzan en el camino; bonito intercambio, ¿verdad?
Repartir el corazón entre los seres amados, y entregar a cada uno un trocito diferente, de un tamaño diverso, de un color distinto, en función del tipo de amor, de las experiencias vividas, de los recuerdos conservados, pero siempre amor…
Y al final, el corazón se convierte en una amalgama colorida de cariño, donde amistades, hermandades, pasiones,… ocupan su lugar. Al final el corazón conserva pedazos de otros corazones, de otros cariños, a sabiendas de que sus pedazos también están repartidos por ahí, y por eso, donde hay un corazón que ama, nunca hay olvido, jamás.
Va por ti Beni, nunca te olvidaremos.
Tus sobrinos Jose y Virginia.
El corazón es el órgano mas hermoso del cuerpo humano, no solo es la bomba que mantiene vivo al cuerpo, es una especie de baúl, de armario, donde guardamos tantas cosas, tantos sentimientos, tantos recuerdos, tantas personas. Escribes muy bonito, este escrito esta hermoso. Desconozco si perdieron a s tío recientemente, pero se ve que fue muy importante para ustedes.
ResponderEliminarSoy de las que piensa que hay vida después de la vida, que podemos volver, reencarnados a continuaruna misión, a evolucionar mas espiritualmente, o a resolver asuntos pendientes. Y confió en quecuando volvemos nos encontramos de nuevo con nuestros seres queridos, aunque tal vez no nos demos cuenta. Estoy segura que tu tío Beni ha sido muy bueno querido y dondequiera que este esta velando por ustedes, y tal vez algún día encontraras a alguien que te recuerde a el, sin estar segura que sea el.... Quien sabe..... La vida es infinita, como dices, pero es un misterio.....
Gracias nena !!!
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